jueves, 25 de febrero de 2021

Alejandro Castro: “De cara al futuro, es muy probable que Venezuela transite un período de su historia económica con varias monedas, común en hiperinflaciones”

 Alejandro Castro: “De cara al futuro, es muy probable que Venezuela transite un período de su historia económica con varias monedas, común en hiperinflaciones”

                                                                

                                                                         Foto: Economista Alejandro Castro

Venezuela sigue transitando senderos complejos en materia económica. Una recuperación se ve lejana hasta no lograr un cambio en el poder político en el país. Cada día esta opción se hace más pequeña y cuesta arriba. La Unión Europea ha sancionado a 19 colaboradores del régimen de Nicolás Maduro por cercenar la democracia y los procesos electorales como una solución, legal y pacífica a la crisis venezolana. Por su parte, en días previos, Nicolás Maduro por medio del Contralor General de la República, Elvis Amoroso ha tomado cartas en esta disputa del poder, inhabilitando al líder venezolano Juan Guaidó y 27 diputados de la Asamblea Nacional legitima del año 2015 por no presentar sus declaraciones juradas de patrimonio por el cese de sus funciones en el parlamento venezolano.

 

Ante esta presión, Nicolás Maduro expulsó de Venezuela a la embajadora de la Unión Europea en el país, Isabel Brilhante. La Unión Europea recomendó al régimen, reconsiderar esta decisión. Este tipo de acciones por parte de Miraflores, cierran aún más las esperanzas de la ciudadanía venezolana en un mejor país y un rebote y recuperación consistente de la economía y calidad de vida. En Los Que Mueven El Mundo, conversamos en Caracas, con el economista por la Universidad Central de Venezuela, Alejandro Castro, Gerente de Operaciones de la firma de análisis Econométrica. Estas son sus reflexiones y análisis sobre un escenario de recuperación a largo plazo con un horizonte al año 2035 planteada por Econométrica de suscitarse un cambio político en Venezuela en el futuro cercano.


LQMEM: Para obtener un crecimiento del PIB venezolano en un horizonte al año 2035, ¿qué tipo de actividades económicas deberían realizarse? ¿Incluye esto al petróleo?

 

AC: Para que Venezuela crezca a las tasas promedio necesarias, un crecimiento interanual promedio no menor al 10%, consecutivo, por 15 años, el país requiere, primero, un acuerdo político, institucional y económico, es decir fin de la hiperinflación, estabilidad del tipo de cambio, orden fiscal y monetario, así como un plan de inversiones y apertura económica, libre mercado y libre movilidad de capitales. Hay que sentar las bases para que las inversiones nacionales y extranjeras vuelvan al país, generar confianza con un marco jurídico que sea respetado por el Estado, para que los empresarios de todo el mundo regresen a apostar de lleno en la nación. Claramente, si se logra sumar de nuevo a la industria petrolera y para ello se requeriría de personal capacitado, tiempo y una importante cantidad de inversiones en la misma y que se recupere la producción, a razón de 500 mil barriles día por año, PDVSA podría volver a los niveles de producción de 1998, es decir 3,3 millones de barriles por día en 6 o 7 años a finales de la actual década. Adicional a esto, el país deberá unir esfuerzos en generar ingresos en áreas donde tenga ventajas comparativas y competitivas. Hoy en día genera exportaciones por cacao, ron, cabezas de ganado, algunos rubros agrícolas y pesqueros y apuntar preferiblemente a sectores con mayor valor agregado, principalmente tecnología.

 

LQMEM: ¿El Estado, sin Nicolás Maduro y su régimen, tendría cabida en este proceso de recuperación económica?

 

AC: Va a ser difícil que ocurra un proceso de recuperación económica, de las magnitudes necesarias. Para que Venezuela vuelva a tener el mismo nivel del PIB de 2013, cercano a 200 mil millones de dólares, sin sumar a todos los sectores, nos guste o no. El tema es que en las condiciones actuales que vive el país, con el conflicto político que aún persiste, va a ser complicado que suceda o se inicie una recuperación.


“Desde que inició el proceso de dolarización en Venezuela a finales de 2017, poco a poco el dólar fue ganando terreno en las transacciones de diversa índole en la economía nacional”.

Alejandro Castro

 

LQMEM: ¿Qué tipo de reformas económicas deberían ejecutarse para dar cabida al sector empresarial privado en la recuperación del país?

 

AC: Lo primero, es generar las condiciones para que las empresas inviertan. Hay que respetar el marco jurídico, así como ajustar el mismo, tal que exista plenamente libre mercado y libre movilidad de capitales. También será necesario, como incentivo, brindar extensiones fiscales a aquellas empresas que inviertan, esto ya se hace en otros países. Otro aspecto clave es que exista orden fiscal y no se puede seguir monetizando el déficit fiscal, núcleo del actual proceso de hiperinflación, por lo cual, una vez se ordenen las finanzas en el Estado, es decir sus ingresos y gastos, se sincere el tamaño del mismo. En esto serán necesarias privatizaciones, así se reducirá el déficit y no habría la necesidad del financiamiento monetario. Es fundamental brindar un panorama con estabilidad de precios y de tipo de cambio, claves para que se generen inversiones en el largo plazo.

 

LQMEM: ¿Cómo se puede recuperar Venezuela en 2035 hipotéticamente, cuando en realidad hoy “El Bolívar”, que es su moneda se encuentra tan golpeada?

 

AC: Para que ocurra una rápida recuperación, de hoy, 2021 al 2035, con las tasas de crecimiento necesarias para ello, se necesita justamente la estabilidad del tipo de cambio. Dada la depreciación del bolívar y el hecho de que no se puede llevar a cabo una dolarización de iure, formalizar la misma, debido a las sanciones con Estados Unidos, va a ser necesaria una reconversión monetaria y la emisión de una nueva moneda. Esta medida deberá venir acompañada con las condiciones que le brinden estabilidad a la misma, confianza en quien emite la moneda, el Estado, a través del Banco Central de Venezuela y un manejo adecuado de la hacienda pública nacional. Con el actual proceso de hiperinflación que vive en país, desde octubre de 2017, según cálculos de Econométrica, equivalente a 40 meses consecutivos y contando, el bolívar prácticamente se sigue usando debido a que hay que pagar impuestos en moneda local como el Impuesto al Valor Agregado o el Impuesto sobre la Renta y para el venezolano de a pie, en transacciones que le permitan trasladarse de un lugar a otro como pasajes urbanos o suburbanos u otros pagos puntuales. Ya hoy día nuestra moneda dejó de ser una reserva de valor y está dejando de ser útil como medio de pago.

 

“Es fundamental brindar un panorama con estabilidad de precios y de tipo de cambio, claves para que se generen inversiones en el largo plazo”.

Alejandro Castro


LQMEM: ¿Qué tipo de exportaciones deben generarse para crear divisas para esta recuperación?

 

AC: Realmente cualquier tipo de exportación va a ayudar al proceso de recuperación de Venezuela. Una manera que podría acelerar este proceso, sería a través de una hipotética recuperación de la industria petrolera, la cual generaba aproximadamente, 90 de cada 100 dólares por concepto de exportaciones), la cual llevará años o al menos 1 década para que llegue a niveles de producción similares a los que tenía dos décadas atrás. Al ver el déficit de divisas, por exportaciones, que ha dejado la industria petrolera, tapar ese hueco con exportaciones en otros rubros llevará bastante tiempo. Por eso es clave que los empresarios se enfoquen en rubros en los cuales tengan las mayores ventajas competitivas respecto a la región. Hoy día vemos exportaciones en rubros que no veíamos en años previos: frijoles chinos de Portuguesa, colas de langosta de zonas orientales, camarones del Sur del Lago, en Zulia, cabezas de ganado criadas en Guárico o en Cojedes.

 

LQMEM: ¿Qué papel tendrá la dolarización en esa recuperación con un horizonte al año 2035?

 

AC: Desde que inició el proceso de dolarización en Venezuela a finales de 2017, poco a poco el dólar fue ganando terreno en las transacciones de diversa índole en la economía nacional. Esto llegó a un punto casi irreversible cuando se alcanzó el pico más álgido en el crecimiento de los precios en moneda local, en enero 2019 con un 270% de inflación según cálculos de Econométrica. En ese instante del tiempo los precios se duplicaban, en promedio, en aproximadamente unos 12 días y llevó consigo que los venezolanos utilizaran, de forma más agresiva, divisas en vez de los bolívares para proteger su dinero. De cara al futuro, es muy probable que Venezuela transite un período de su historia económica con varias monedas, que es algo común en hiperinflaciones, es decir, alguna moneda local y divisas, dólares principalmente, por ejemplo. Este proceso lo vivieron Perú, Bolivia, Brasil y otros países con alta inflación, y son procesos que perduran en el tiempo. Una vez que el agente económico pierde la confianza en su moneda local y en quien la emite, esto, en la literatura económica, se conoce como el desplome de los saldos reales, es bastante difícil que se recupere. Una hipotética recuperación tendrá como protagonista una dolarización que ahora de momento es informal.


“Hay que sentar las bases para que las inversiones nacionales y extranjeras vuelvan al país, generar confianza con un marco jurídico que sea respetado por el Estado, para que los empresarios de todo el mundo regresen a apostar de lleno en la nación”.

Alejandro Castro

 

LQMEM: ¿Qué papel tendrá la reestructuración de la deuda externa vencida en ese horizonte de recuperación 2035?

 

AC: Reestructurar la deuda externa vencida, así como la que aún sigue vigente, será todo un reto. Primero, porque diversos acreedores en todo el mundo han interpuesto demandas en juzgados para la solicitud de activos, esto como forma de pago o manera de recuperar el dinero prestado, ya sea a PDVSA o al Estado venezolano y complica una hipotética ronda de renegociación. Segundo, porque hay dos gobiernos, el de Maduro y el de Guaidó, por así decirlo, que reclaman estos activos y que, por ende, tendrían responsabilidad con estos pasivos, las emisiones previas de bonos y este escenario genera conflictos y dilemas para todas las partes. Al final, el hecho de que Venezuela y Petróleos de Venezuela estén en default, con los tenedores de bonos, implica que estamos fuera de los mercados internacionales, sin acceso al crédito, financiamientos y todo lo que esto conlleva, negativamente, para un proceso de recuperación de la economía nacional. Sería ideal saldar estas deudas con los bonistas y poco a poco ir volviendo a acceder al crédito, fundamental para el crecimiento de la nación hacia 2035 o cualquiera sea la fecha que nos propongamos.

 

Rogelio Guevara Cantillo

@rogeliogcmundo

Poder, Economía, Negocios y Sociedad

Caracas, febrero de 2021



 

 


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