Alejandro Castro: “De cara al futuro, es muy probable que Venezuela transite un período de su historia económica con varias monedas, común en hiperinflaciones”
Venezuela sigue transitando
senderos complejos en materia económica. Una recuperación se ve lejana hasta no
lograr un cambio en el poder político en el país. Cada día esta opción se hace
más pequeña y cuesta arriba. La Unión Europea ha sancionado a 19 colaboradores
del régimen de Nicolás Maduro por cercenar la democracia y los procesos
electorales como una solución, legal y pacífica a la crisis venezolana. Por su parte,
en días previos, Nicolás Maduro por medio del Contralor General de la República,
Elvis Amoroso ha tomado cartas en esta disputa del poder, inhabilitando al líder
venezolano Juan Guaidó y 27 diputados de la Asamblea Nacional legitima del año
2015 por no presentar sus declaraciones juradas de patrimonio por el cese de
sus funciones en el parlamento venezolano.
Ante esta presión, Nicolás
Maduro expulsó de Venezuela a la embajadora de la Unión Europea en el país, Isabel
Brilhante. La Unión Europea recomendó al régimen, reconsiderar esta decisión.
Este tipo de acciones por parte de Miraflores, cierran aún más las esperanzas de
la ciudadanía venezolana en un mejor país y un rebote y recuperación consistente
de la economía y calidad de vida. En Los Que Mueven El Mundo,
conversamos en Caracas, con el economista por la Universidad Central de Venezuela,
Alejandro Castro, Gerente de Operaciones de la firma de análisis Econométrica. Estas
son sus reflexiones y análisis sobre un escenario de recuperación a largo plazo
con un horizonte al año 2035 planteada por Econométrica de suscitarse un cambio
político en Venezuela en el futuro cercano.
LQMEM: Para obtener un crecimiento del PIB venezolano en un
horizonte al año 2035, ¿qué tipo de actividades económicas deberían realizarse?
¿Incluye esto al petróleo?
AC: Para que Venezuela crezca a
las tasas promedio necesarias, un crecimiento interanual promedio no menor al
10%, consecutivo, por 15 años, el país requiere, primero, un acuerdo político,
institucional y económico, es decir fin de la hiperinflación, estabilidad del tipo
de cambio, orden fiscal y monetario, así como un plan de inversiones y apertura
económica, libre mercado y libre movilidad de capitales. Hay que sentar las
bases para que las inversiones nacionales y extranjeras vuelvan al país,
generar confianza con un marco jurídico que sea respetado por el Estado, para
que los empresarios de todo el mundo regresen a apostar de lleno en la nación.
Claramente, si se logra sumar de nuevo a la industria petrolera y para ello se
requeriría de personal capacitado, tiempo y una importante cantidad de
inversiones en la misma y que se recupere la producción, a razón de 500 mil barriles
día por año, PDVSA podría volver a los niveles de producción de 1998, es decir
3,3 millones de barriles por día en 6 o 7 años a finales de la actual década. Adicional
a esto, el país deberá unir esfuerzos en generar ingresos en áreas donde tenga
ventajas comparativas y competitivas. Hoy en día genera exportaciones por
cacao, ron, cabezas de ganado, algunos rubros agrícolas y pesqueros y apuntar
preferiblemente a sectores con mayor valor agregado, principalmente tecnología.
LQMEM: ¿El Estado, sin Nicolás Maduro y su régimen, tendría cabida
en este proceso de recuperación económica?
AC: Va a ser difícil que ocurra
un proceso de recuperación económica, de las magnitudes necesarias. Para que
Venezuela vuelva a tener el mismo nivel del PIB de 2013, cercano a 200 mil
millones de dólares, sin sumar a todos los sectores, nos guste o no. El tema es
que en las condiciones actuales que vive el país, con el conflicto político que
aún persiste, va a ser complicado que suceda o se inicie una recuperación.
“Desde
que inició el proceso de dolarización en Venezuela a finales de 2017, poco a
poco el dólar fue ganando terreno en las transacciones de diversa índole en la
economía nacional”.
Alejandro Castro
LQMEM: ¿Qué tipo de reformas económicas deberían ejecutarse para
dar cabida al sector empresarial privado en la recuperación del país?
AC: Lo primero, es generar las
condiciones para que las empresas inviertan. Hay que respetar el marco
jurídico, así como ajustar el mismo, tal que exista plenamente libre mercado y
libre movilidad de capitales. También será necesario, como incentivo, brindar
extensiones fiscales a aquellas empresas que inviertan, esto ya se hace en
otros países. Otro aspecto clave es que exista orden fiscal y no se puede
seguir monetizando el déficit fiscal, núcleo del actual proceso de
hiperinflación, por lo cual, una vez se ordenen las finanzas en el Estado, es
decir sus ingresos y gastos, se sincere el tamaño del mismo. En esto serán
necesarias privatizaciones, así se reducirá el déficit y no habría la necesidad
del financiamiento monetario. Es fundamental brindar un panorama con
estabilidad de precios y de tipo de cambio, claves para que se generen
inversiones en el largo plazo.
LQMEM: ¿Cómo se puede recuperar Venezuela en 2035 hipotéticamente,
cuando en realidad hoy “El Bolívar”, que es su moneda se encuentra tan golpeada?
AC: Para que ocurra una rápida
recuperación, de hoy, 2021 al 2035, con las tasas de crecimiento necesarias
para ello, se necesita justamente la estabilidad del tipo de cambio. Dada la
depreciación del bolívar y el hecho de que no se puede llevar a cabo una
dolarización de iure, formalizar la misma, debido a las sanciones con Estados
Unidos, va a ser necesaria una reconversión monetaria y la emisión de una nueva
moneda. Esta medida deberá venir acompañada con las condiciones que le brinden
estabilidad a la misma, confianza en quien emite la moneda, el Estado, a través
del Banco Central de Venezuela y un manejo adecuado de la hacienda pública nacional.
Con el actual proceso de hiperinflación que vive en país, desde octubre de
2017, según cálculos de Econométrica, equivalente a 40 meses consecutivos y
contando, el bolívar prácticamente se sigue usando debido a que hay que pagar
impuestos en moneda local como el Impuesto al Valor Agregado o el Impuesto
sobre la Renta y para el venezolano de a pie, en transacciones que le permitan
trasladarse de un lugar a otro como pasajes urbanos o suburbanos u otros pagos
puntuales. Ya hoy día nuestra moneda dejó de ser una reserva de valor y está
dejando de ser útil como medio de pago.
“Es fundamental
brindar un panorama con estabilidad de precios y de tipo de cambio, claves para
que se generen inversiones en el largo plazo”.
Alejandro Castro
LQMEM: ¿Qué tipo de exportaciones deben generarse para crear
divisas para esta recuperación?
AC: Realmente cualquier tipo de
exportación va a ayudar al proceso de recuperación de Venezuela. Una manera que
podría acelerar este proceso, sería a través de una hipotética recuperación de
la industria petrolera, la cual generaba aproximadamente, 90 de cada 100 dólares
por concepto de exportaciones), la cual llevará años o al menos 1 década para
que llegue a niveles de producción similares a los que tenía dos décadas atrás.
Al ver el déficit de divisas, por exportaciones, que ha dejado la industria
petrolera, tapar ese hueco con exportaciones en otros rubros llevará bastante
tiempo. Por eso es clave que los empresarios se enfoquen en rubros en los
cuales tengan las mayores ventajas competitivas respecto a la región. Hoy día
vemos exportaciones en rubros que no veíamos en años previos: frijoles chinos
de Portuguesa, colas de langosta de zonas orientales, camarones del Sur del
Lago, en Zulia, cabezas de ganado criadas en Guárico o en Cojedes.
LQMEM: ¿Qué papel tendrá la dolarización en esa recuperación con un
horizonte al año 2035?
AC: Desde que inició el proceso
de dolarización en Venezuela a finales de 2017, poco a poco el dólar fue
ganando terreno en las transacciones de diversa índole en la economía nacional.
Esto llegó a un punto casi irreversible cuando se alcanzó el pico más álgido en
el crecimiento de los precios en moneda local, en enero 2019 con un 270% de
inflación según cálculos de Econométrica. En ese instante del tiempo los
precios se duplicaban, en promedio, en aproximadamente unos 12 días y llevó
consigo que los venezolanos utilizaran, de forma más agresiva, divisas en vez
de los bolívares para proteger su dinero. De cara al futuro, es muy probable
que Venezuela transite un período de su historia económica con varias monedas,
que es algo común en hiperinflaciones, es decir, alguna moneda local y divisas,
dólares principalmente, por ejemplo. Este proceso lo vivieron Perú, Bolivia,
Brasil y otros países con alta inflación, y son procesos que perduran en el
tiempo. Una vez que el agente económico pierde la confianza en su moneda local
y en quien la emite, esto, en la literatura económica, se conoce como el
desplome de los saldos reales, es bastante difícil que se recupere. Una
hipotética recuperación tendrá como protagonista una dolarización que ahora de
momento es informal.
“Hay que
sentar las bases para que las inversiones nacionales y extranjeras vuelvan al
país, generar confianza con un marco jurídico que sea respetado por el Estado,
para que los empresarios de todo el mundo regresen a apostar de lleno en la
nación”.
Alejandro Castro
LQMEM: ¿Qué papel tendrá la reestructuración de la deuda externa
vencida en ese horizonte de recuperación 2035?
AC: Reestructurar la deuda
externa vencida, así como la que aún sigue vigente, será todo un reto. Primero,
porque diversos acreedores en todo el mundo han interpuesto demandas en
juzgados para la solicitud de activos, esto como forma de pago o manera de
recuperar el dinero prestado, ya sea a PDVSA o al Estado venezolano y complica
una hipotética ronda de renegociación. Segundo, porque hay dos gobiernos, el de
Maduro y el de Guaidó, por así decirlo, que reclaman estos activos y que, por
ende, tendrían responsabilidad con estos pasivos, las emisiones previas de
bonos y este escenario genera conflictos y dilemas para todas las partes. Al
final, el hecho de que Venezuela y Petróleos de Venezuela estén en default, con
los tenedores de bonos, implica que estamos fuera de los mercados
internacionales, sin acceso al crédito, financiamientos y todo lo que esto conlleva,
negativamente, para un proceso de recuperación de la economía nacional. Sería
ideal saldar estas deudas con los bonistas y poco a poco ir volviendo a acceder
al crédito, fundamental para el crecimiento de la nación hacia 2035 o
cualquiera sea la fecha que nos propongamos.
Rogelio Guevara Cantillo
@rogeliogcmundo
Poder, Economía, Negocios y Sociedad
Caracas, febrero de 2021
No hay comentarios.:
Publicar un comentario