“Tiempos de Incertidumbre Global”
Por Rogelio Guevara Cantillo
Especial para El Pitazo
Abril 2020
Reina
la incertidumbre. ¿Qué sucederá con nosotros? Calles y avenidas desoladas en
urbes como Nueva York, Madrid, Roma, Buenos Aires o Paris son las imágenes y
videos que circulan en los medios de comunicación y redes sociales alrededor
del mundo. Muchos
empresarios y empleados se preguntan qué ocurrirá y en general todos los
habitantes del planeta. A esto no escapa Latinoamérica y Venezuela. El futuro
cercano asusta. Debido a esta crisis de distintas aristas, pero con el dominio
del COVID-19, muchas decisiones de inversión y de gastos serán postergadas
hasta que no sepamos con mayor seguridad que ocurrirá. Máquinas que se dejarán
de comprar, autos que se dejarán de comprar, viajes y turismo que no se realizarán
por un tiempo. Muchos gastos se contraerán, porque los agentes económicos
ven en alto riesgo sus ingresos futuros. Gran parte de esta duda se despejaría
cuando tengamos cierta seguridad sobre la contención del virus y sus
correspondientes formas de tratarlo medicamente con productos de salud y
vacunas. Hay muchas empresas en investigación y desarrollo del COVID-19,
pero aun teniendo la vacuna hoy, muchos países de Europa y los Estados Unidos
serian prioridad, así mismo una incógnita importante es saber el precio que
tendrá la misma para la población mundial, en especial esos países de economías
débiles y pobres. Esta pandemia y sus secuelas durará varios años.
En
muchos países el tema laboral ha quedado congelado. Los contratos quedan sin
efecto, los trabajadores no están obligados a trabajar ni las empresas a pagar
sueldos, así como los casos de rebajas salariales de 20 a 50% de los mismos. Además,
que prácticamente la mayoría de los programas de reclutamiento y selección de
muchas empresas en el país y en el exterior quedarían postergados. En
Venezuela, el Sugar Daddy Estado no puede afrontar ni siquiera sus
responsabilidades básicas. Por ejemplo, el tema de cajas CLAP es un gran
misterio, empezando por los procesos de adquisición y el tema de la logística y
distribución es otro gran enigma de la gestión pública venezolana, lo que si se
conoce es el alto porcentaje de fallas en la entrega segura y confiable de la
misma. El COVID-19 redefinirá la forma de hacer negocios y nuestro estilo de
vida por un buen tiempo, por ende, esta nueva pandemia desencadenará nuevas
tendencias económicas en el país, en Latinoamérica y en el mundo desarrollado y
por lo que parece el COVID-19 será el tema definitorio y que llevará el
liderazgo de actuaciones en este 2020. ¿Qué cambios en el comportamiento
económico provocará?
Instituciones
internacionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), la
Organización Mundial de la Salud (OMS), Fondo Monetario Internacional (FMI),
Banco Mundial (BM) o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tendrán que
ajustar sus planes y sus proyecciones. Las proyecciones son negativas. Ya
estamos en recesión económica, no sabemos hasta cuando, pero en el escenario
positivo se espera que este primer semestre de 2020 sea de pérdidas. Con la
pandemia, estas organizaciones están conscientes de esto y saben que un
continente como Latinoamérica y en especial Venezuela son especialmente
críticos y vulnerables para los países pobres. El COVID-19 es una crisis nueva
para muchos, inclusive para Estados Unidos y Europa los líderes en
investigación y desarrollo en el planeta.
La
OMS está en las noticias todos los días. Después de un comienzo lento en su
respuesta a la pandemia que declaró el 11 de marzo del año en curso, mucho
después de haberse extendido por todas partes, se ha establecido como una
fuente confiable de información, experiencia y suministros médicos, incluidos
kits de prueba. Con el tema de los kits de prueba hay países que razonablemente
tienen un número aceptable, pero otros y en gran cantidad no tienen, en el caso
Venezuela carecemos aun de pruebas en gran cantidad y rapidez de descarte.
Otro punto clave en este aspecto es la seriedad y confiabilidad de los mismos,
recordemos que en días recientes surgió un escándalo en la compra por parte de
España, uno de los países más afectados en el mundo por el COVID-19 de kits de
descarte a China que resultaron no funcionar para esta misión.
Por
su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) está proporcionando alivio de
la deuda a los países pobres y se está preparando para movilizar cerca de un
billón de dólares en un plan inicial de rescate en préstamos para ayudar a sus
miembros a combatir la pandemia, recordemos que incluso países con regímenes
polémicos como Irán, muy golpeado por el coronavirus pero de dudosa
transparencia en su información y estadísticas y Venezuela han tocado la puerta
del muy “criticado fondo” pidiendo ayuda. En el caso de Venezuela primero se
solicitaron cinco millardos de dólares y en la segunda ocasión un millardo de
dólares, peticiones ambas que han sido rechazadas por el ente.
Por
otro lado, las cadenas de suministro mundiales están golpeadas y están siendo
remodeladas. Debe ser así para que sobrevivan y se adapten a la nueva realidad
COVID-19 y post COVID-19. Muchos expertos y analistas aseguran que esta
crisis de salud mundial está empezando y se encuentra en una primera fase pero
que no debemos bajar la guardia porque vendrá próximamente una segunda ola.
Este proceso ya había comenzado durante la guerra comercial entre Estados
Unidos y China, ya que las empresas intentaron eludir los aranceles
estadounidenses, pero ahora se acelerará. El énfasis se alejará de la
optimización de la eficiencia, por ejemplo, a través de suministros de insumos
justo a tiempo, a la optimización de la capacidad de recuperación, a través de
una diversificación de las fuentes de suministro, inventarios y cierta
reposición de la producción y en especial en productos claves para soportar
esta pandemia como alimentos y medicinas.
Esta
crisis hará que muchas caretas se caigan. En Latinoamérica y Venezuela las
personas que se han dedicado a la politiquería solo recurrirán a las mentiras y
desviarán la atención para que sus falsos liderazgos no desaparezcan. En
nuestros países de Latinoamérica la función pública en los altos niveles
siempre fue vista por muchos como un botín para hacer negocios personales,
tráfico de influencias y por un tema de egos y vanidad, pero ahora es que
sabremos quienes son los líderes y quienes los mentirosos.
@rogeliogc4
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