jueves, 30 de abril de 2020

“El Estado prefiere vernos haciendo largas colas, restringiendo la cantidad y calidad de productos que obtengamos, con tal de agradecerle a él y no a la empresa privada.”


Fotografía: Cortesía Dr. Leoncio Lándaez.  

“El Estado prefiere vernos haciendo largas colas, restringiendo la cantidad y calidad de productos que obtengamos, con tal de agradecerle a él y no a la empresa privada.”

#ENTREVISTA a Leoncio Lándaez, Secretario de FEDECAMARAS Carabobo y Abogado Especialista en Derecho Laboral.
para
Los Que Mueven El Mundo

El tema laboral ha sido siempre muy importante para cualquier economía. Las relaciones laborales patrono y trabajador forman parte del desarrollo de la vida. A veces cooperación, a veces polémicas, una realidad a la que no escapa ningún país del mundo, desde el país con mayor libertad económica del mundo hasta el más comunista en su concepción del Estado. En Venezuela y en Latinoamérica hay muchas interrogantes en materia laboral con relación a este entorno social e histórico que se está sorteando debido a la crisis pandémica del coronavirus, llamado por la comunidad científica COVID-19. Quedarse en casa es la política de salud publica de muchos países a raíz del despliegue del virus en el mundo. A nivel mundial ya son cerca de uno o dos meses entre cuarentenas y toques de queda apróximadamente. En este contexto de vida y por ende de las relaciones laborales, entreviste al destacado abogado Leoncio Lándaez quien reside en la ciudad de Valencia en la región de Carabobo, importante entidad de Venezuela y conocida por sus industrias y empresas. Leoncio Lándaez es actualmente el Secretario de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (FEDECAMARAS) en el Estado Carabobo. Es Abogado egresado de la Universidad de Carabobo con diversos cursos de postgrado en universidades nacionales y extranjeras. Es a su vez profesor agregado de la Universidad de Carabobo en la Cátedra de Derecho del Trabajo. Es socio del Escritorio jurídico Lándaez, Uzcategui, Garcia y Asociados en la ciudad de Valencia, Carabobo en Venezuela. Se desempeño como presidente de la Asociación de Ejecutivos del Estado Carabobo durante el periodo 2017- 2019. Como escritor es autor de la obra “El Pacto de Permanencia en la Empresa”, interesante libro que cuenta con el prólogo de Jorge Roig, importante líder venezolano defensor del gremio empresarial del país, gremio que contribuye con el progreso y defensa de Venezuela en momentos muy adversos para la sociedad por el ataque permanente de un régimen socialista y opresivo. He aquí sus ideas y opiniones.


LQMEM: ¿Por qué le urge al régimen de Maduro en Venezuela convertirse en héroe o mesías en esta crisis de salud con el tema de los bienes económicos? 

LL: La Ley de Precios Acordados de 2018, aun siendo igual de perniciosa para la economía, vino a flexibilizar el desdén de la Ley de Precios Justos de 2015. Para ese momento se “fijó” el precio de 29 productos. Posteriormente vino otra flexibilización “de facto”, dado que no se aplicaba ninguna de las dos leyes y existía una suerte de libre mercado, lo que permitió que hasta el jueves 23/04/2020 se consiguieran ciertos productos y en cierta cantidad, sin colas, sin bachaqueros, sin restricciones. Eso se debió, repito, al libre mercado que generó la flexibilización “de facto” y el esfuerzo de la empresa privada de generar valor al país, siendo la heroína de todo este cuento ella, la empresa privada, algo imperdonable para él, este Estado que siempre pretende ser el paternalista sobreprotector.

LQMEM: Los controles de precios han fracaso en el pasado en el régimen de Chávez y Maduro. ¿Por qué retomarlo en medio de una crisis tan compleja como el COVID-19?  

 LL: Ampliando la respuesta anterior, porque el Estado prefiere vernos haciendo largas colas, restringiendo la cantidad y calidad de productos que obtengamos, con tal de agradecerle a él y no a la empresa privada. Además, el Estado requiere surtir sus cajas CLAPS a cuenta de la producción privada nacional a bajo costos, inclusive sin costo, dado que ya no tiene caja para importar los productos. No obstante, está “saliendo el tiro por la culata”, dado que la matriz de opinión se ha revertido; el ciudadano ha entendido y agradecido el papel de la empresa privada venezolana en esta crisis y la reconoce, al contrario, piensa del Estado.

LQMEM: ¿Qué elementos negativos observa en la Ley de Precios Acordados para asegurar que atentan contra la libertad económica? 

LL: El precio justo o el precio acordado debe ser resultado del mercado, de la oferta y la demanda, de lo consensuado por el comprador y vendedor; no de una ley impuesta por el Estado. Todo precio que fije el Estado u obligue el Estado a acordar con el comprador, atenta contra las libertades de ese productor y del consumidor final. El precio no puede ir determinado por una estructura de costo y menos por la orden o fijación de acuerdo del Estado. ¿Cuál es el precio de una botella de vino en un pueblo abstemio? ¿Cuál fue el precio del barril del petróleo el lunes 20/04/2020? Más bien habría que pagarle al comprador para que se lleve el producto, pues me estorba en mis anaqueles. Así es como se fija el precio, entre comprador y vendedor, sin importar su estructura costo.

“No hay desconfinamiento que valga, si no tenemos combustible para mover al país.”
Leoncio Lándaez

LQMEM: ¿Debe existir una Ley de Precios Justos? ¿Qué aspectos positivos le dejaría y/o mejoraría? 

LL: No debería existir. Deberían aplicar, porque sigue vigente, la Ley Pro Competencia. Una norma que promueve y protege la libre y sana competencia, que sanciona los monopolios y la cartelización de precios, todo redundando en el bienestar del consumidor y usuario.
  
LQMEM: En una Venezuela con la inflación más alta del planeta, de hecho, según la teoría económica en “hiperinflación”, ¿cuál es su opinión sobre un máximo de ganancia de 30% para los oferentes de bienes y servicios en el país? 

LL: No debería existir un máximo por ley. El máximo lo impondría el mercado si se promueve y protege la sana competencia. Mientras más productos exista de una categoría, más bajo sería el margen de ganancia del productor y más beneficiosos para el consumidor o usuario, lo que redundaría en un control natural de la inflación.  

LQMEM: La situación económica y social en las regiones de Venezuela es grave. ¿Cuáles son los tres principales elementos adversos en materia productiva en la entidad de Carabobo? 

LL: Falta de materia prima, especialmente en la industria metalmecánica, plástico y alimento (precisamente materias primas en su mayoría dependientes del Estado).
Impuestos, por la alta voracidad fiscal del Estado, especialmente en su última reforma tributaria. Asimismo, los municipios no escapan, implementando tributos y multas inconstitucionales.
Inamovilidad Laboral, promoviendo la extorsión e impunidad en las relaciones de trabajo.

“Eso se debió, repito, al libre mercado que generó la flexibilización “de facto” y el esfuerzo de la empresa privada de generar valor al país, siendo la heroína de todo este cuento ella, la empresa privada.”
Leoncio Lándaez

LQMEM: ¿Cuál es su visión sobre el proceso de desconfinamiento de la población venezolana tras la cuarentena COVID-19? ¿Cuál cree sea la forma en que el régimen de Nicolaas Maduro desmonte este desconfinamiento?

LL: No hay desconfinamiento que valga, si no tenemos combustible para mover al país.  No obstante, de no existir vacuna, todo Estado debe compensar la decisión de un desconfinamiento escalonado y programado por sectores productivos y rangos de edad, asumiendo el impacto o efectos secundarios de contagio, versus la hambruna que pueda producir una paralización completa de la economía por mantener el confinamiento. Repito, ya no hay caja para importar, debemos producir acá.

LQMEM: El sistema judicial en Venezuela está en ruinas. ¿Como lo recuperaría usted para próximas generaciones de venezolanos? 

LL: Con jueces electos por concurso público de credenciales y en especial, con Magistrados del TSJ electos de manera vitalicia. Ello garantizaría independencia en sus decisiones y “expectativa plausible”, es decir, que exista en el tiempo consecuencia en sus criterios judiciales.

LQMEM: Háblenos de su obra “El Pacto de Permanencia en la Empresa: Una Aproximación a la Estabilidad Laboral Invertida”.

LL: El Pacto de Permanencia en la Empresa pretende determinar soluciones integrales para que todo empleador tenga la facilidad de poder garantizar la inversión que en capacitación ha tenido a bien proporcionar al trabajador y este último, poder recibir una educación o capacitación eficaz, que no sólo le ayude a ejercer debidamente sus labores, sino que le garantice un perfil laboral para continuar en la misma u otra empresa, o inclusive para independizarse y  para concluir, que estas soluciones integrales liberen al Estado de cargas que en educación debería proporcionarle a sus administrados, trasladando estas a manos de los empleadores. Sería entonces, una propuesta (por qué no, legislativa), una invitación a una relación tripartita de ganar-ganar-ganar, donde, en resumen, se aumentaría ostensiblemente la producción patronal, la autoestima del trabajador y los índices económicos de un país.

“No debería existir un máximo por ley. El máximo lo impondría el mercado si se promueve y protege la sana competencia.”
Leoncio Lándaez

LQMEM: ¿Qué es la Estabilidad Laboral Invertida? 

LL: Se concibe la estabilidad laboral como aquella que el empleador le otorga a su trabajador. En este caso, el trabajador debe otorgarle estabilidad a su empleador, en virtud de la inversión que en capacitación han consensuado. El incumplimiento de esta estabilidad por parte del trabajador, derivaría en reembolsar lo invertido en capacitación, bien sea por compensación de créditos patronales (prestaciones sociales u otros pasivos laborales) o por derecho común (demanda civil por cobro de bolívares).

Valencia, Estado Carabobo, Venezuela.
Abril de 2020.   
@rogeliogc4  
losquemuevenelmundo.blogspot.com  






miércoles, 29 de abril de 2020

"Controlan todo, pero no son responsables de nada. El único correctivo posible para estas prácticas se llama justicia." #ENTREVISTA a Valentina Gómez.


Foto: Cortesía Valentina Gómez. 


“Controlan todo, pero no son responsables de nada. El único correctivo posible para estas prácticas se llama justicia.”

#ENTREVISTA a Valentina Gómez, Concejal Suplente del Municipio Baruta,
Caracas, Estado Miranda, Venezuela para
Los Que Mueven El Mundo”.

Juventud. Energía necesaria para el desarrollo y progreso de un país. Venezuela a diferencia de otros países del mundo, cuenta con una increíble riqueza: la juventud. El país latinoamericano goza de un alto porcentaje de población joven, con edades que van desde los 15 a los 30 años. Jóvenes brillantes que permanecen en Venezuela a pesar de las vicisitudes que un modelo socialista y terrorífico les ha impuesto. Otro numeroso grupo de jóvenes venezolanos se encuentran fuera de su país. Los mismos decidieron emigrar para poner en práctica sus fuerzas e inteligencias a lo largo y ancho del planeta. Variados países como los Estados Unidos, México, Panamá, Chile, Colombia, Argentina, España, Portugal o Italia son algunos de los destinos escogidos por venezolanos jóvenes y talentosos. Muchos de ellos sueñan con regresar a Venezuela a continuar con sus vidas y cumplir sus anhelos y en sus corazones y mentes con mucho afecto e ideas para ser protagonistas y creadores de la reconstrucción de un país. En este sentido y en pleno momento histórico para Venezuela, Latinoamérica y el mundo debido al temido coronavirus COVID-19, entreviste a la joven abogada, Valentina Gómez. Ciudadana de Caracas, Venezuela y concejal suplente del municipio Baruta, uno de los cinco municipios que conforman la capital de su país, Caracas en el Estado Miranda, conversamos sobre democracia, gobierno, políticas públicas, gestión municipal y sobre todo sus aspiraciones como joven venezolana que forma y hará un papel clave en la reconstrucción de su país en la próxima década en procesos políticos y sociales en 2020 – 2029. He aquí sus opiniones.

LQMEM: ¿Cómo cree que Venezuela recupere su prosperidad?   

VG: Desde luego que estoy convencida que Venezuela recuperara su prosperidad, nuestro país tiene un enorme capital humano dentro y fuera de nuestras fronteras, deseosa de poder encontrar la posibilidad de emprender e invertir en diversos sectores productivos y esto solo se podrá materializar,  instaurando nuevamente un Estado de Derecho, con respeto absoluto a la inversión privada, generándole a los particulares seguridad jurídica y respetando su derecho de propiedad, en definitiva, lo lograremos construyendo un Estado que no manipule los procesos naturales y espontáneos del mercado y permitiendo la competencia.

LQMEM: Durante los periodos de Chávez y actualmente con Maduro se cometieron muchos errores con las políticas de expropiaciones y controles de precios, ¿Por qué en medio de una crisis preocupante como la del COVID-19 se recurre a estos fallidos métodos nuevamente?

VG: Creo que son políticas irresponsables o por el contrario calculadas, recurriendo a ellas como posible “auxilio” para los más vulnerables, pero todo el país ya ha vivido las consecuencias de estas políticas y sabe que serán perjudícales para todo el país, de los controles siempre surgen mercados negros que perjudican aún más a los sectores vulnerables del país.

LQMEM: En materia legal, ¿qué recomendaría mejorar en la legislación municipal venezolana?  

VG: Hay muchos temas que abordar en esta pregunta, pero creo que la más significativa es respetar la descentralización y otorgarle al municipio la capacidad de gestionar ámbitos esenciales para los vecinos como es el servicio de aguas blancas, el Municipio tiene graves problemas en el suministro del vital líquido y en otros servicios públicos.

“Hay muchísimos jóvenes haciendo política en todo el país, trabajando, formándose, luchando para conocer la libertad, pero también trabajando para encontrar espacios de poder”
Valentina Gómez

LQMEM: ¿El modelo del Petro – Estado venezolano termina con Maduro? ¿Qué nuevo modelo económico propondría como actual joven líder de Venezuela?  

VG: Deseo que no volvamos al pasado, el modelo rentista nos hizo mucho daño como nación, debemos ver el futuro con miras a la libertad, donde todos los ciudadanos podamos ser productivos e integrarnos al comercio internacional, compitiendo con ellos y mejorando la calidad de todos nuestros productos, innovando, creando fuentes de empleo, ese es el modelo que deseo, dejando en el pasado al Estado Benefactor, que todo lo paga, pero que nada produce. 

LQMEM: ¿Cómo se corrige a futuro que la actitud y acciones de los gobernantes del Ejecutivo en Venezuela en los últimos 20 años haya sido ostentar el poder para fines personales y no para trabajar por la ciudadanía queriendo controlarlo todo en el país, pero a la vez no ser responsable de lo que les compete? 

VG: Generalmente se comenta mucho este dato, controlan todo, pero no son responsables de nada. El único correctivo posible para estas prácticas, se llama justicia.

LQMEM: En días recientes, citaba en su red social Twitter una frase del líder político Rómulo Betancourt “Una cosa es estar en la candela política y otra desde lejos decir cómo se apaga”. ¿Hace falta que los jóvenes en Venezuela se involucren más en la política y no solo se queden por fuera a realizar críticas?  

VG: Hay muchísimos jóvenes haciendo política en todo el país, trabajando, formándose, luchando para conocer la libertad, pero también trabajando para encontrar espacios de poder, el problema no es que deban involucrarse más jóvenes porque ya están involucrados, el problema es que dentro de los partidos se les permita ascender y muchas veces la disciplina partidista te invita a callar o aceptar no tener esos espacios.

“Estoy convencida que Venezuela recuperará su prosperidad, nuestro país tiene un enorme capital humano dentro y fuera de nuestras fronteras, deseosa de poder encontrar la posibilidad de emprender e invertir.”
Valentina Gómez

LQMEM: En estos momentos críticos de la historia venezolana, ¿Qué palabras de aliento le gustaría hacerle llegar a los jóvenes dentro y fuera de Venezuela? 

VG: Más que dar unas palabras de aliento, me gustaría decirles que no dejemos de luchar y de soñar en grande, el futuro de Venezuela está en nuestras manos, si estudiamos y nos esforzamos cada vez más, lograremos que nuestro país salga de la oscurana y se convierte en ejemplo para el mundo como en un pasado lo hizo Alemania.

Caracas, Venezuela.
Abril de 2020.   
@rogeliogc4  
losquemuevenelmundo.blogspot.com










martes, 14 de abril de 2020

“Tiempos de Incertidumbre Global” Por Rogelio Guevara Cantillo para El Pitazo (Abril 2020).




“Tiempos de Incertidumbre Global”
Por Rogelio Guevara Cantillo
Especial para El Pitazo
Abril 2020

Reina la incertidumbre. ¿Qué sucederá con nosotros? Calles y avenidas desoladas en urbes como Nueva York, Madrid, Roma, Buenos Aires o Paris son las imágenes y videos que circulan en los medios de comunicación y redes sociales alrededor del mundo. Muchos empresarios y empleados se preguntan qué ocurrirá y en general todos los habitantes del planeta. A esto no escapa Latinoamérica y Venezuela. El futuro cercano asusta. Debido a esta crisis de distintas aristas, pero con el dominio del COVID-19, muchas decisiones de inversión y de gastos serán postergadas hasta que no sepamos con mayor seguridad que ocurrirá. Máquinas que se dejarán de comprar, autos que se dejarán de comprar, viajes y turismo que no se realizarán por un tiempo. Muchos gastos se contraerán, porque los agentes económicos ven en alto riesgo sus ingresos futuros. Gran parte de esta duda se despejaría cuando tengamos cierta seguridad sobre la contención del virus y sus correspondientes formas de tratarlo medicamente con productos de salud y vacunas. Hay muchas empresas en investigación y desarrollo del COVID-19, pero aun teniendo la vacuna hoy, muchos países de Europa y los Estados Unidos serian prioridad, así mismo una incógnita importante es saber el precio que tendrá la misma para la población mundial, en especial esos países de economías débiles y pobres. Esta pandemia y sus secuelas durará varios años. 

En muchos países el tema laboral ha quedado congelado. Los contratos quedan sin efecto, los trabajadores no están obligados a trabajar ni las empresas a pagar sueldos, así como los casos de rebajas salariales de 20 a 50% de los mismos. Además, que prácticamente la mayoría de los programas de reclutamiento y selección de muchas empresas en el país y en el exterior quedarían postergados. En Venezuela, el Sugar Daddy Estado no puede afrontar ni siquiera sus responsabilidades básicas. Por ejemplo, el tema de cajas CLAP es un gran misterio, empezando por los procesos de adquisición y el tema de la logística y distribución es otro gran enigma de la gestión pública venezolana, lo que si se conoce es el alto porcentaje de fallas en la entrega segura y confiable de la misma. El COVID-19 redefinirá la forma de hacer negocios y nuestro estilo de vida por un buen tiempo, por ende, esta nueva pandemia desencadenará nuevas tendencias económicas en el país, en Latinoamérica y en el mundo desarrollado y por lo que parece el COVID-19 será el tema definitorio y que llevará el liderazgo de actuaciones en este 2020. ¿Qué cambios en el comportamiento económico provocará?

Instituciones internacionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), la Organización Mundial de la Salud (OMS), Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tendrán que ajustar sus planes y sus proyecciones. Las proyecciones son negativas. Ya estamos en recesión económica, no sabemos hasta cuando, pero en el escenario positivo se espera que este primer semestre de 2020 sea de pérdidas. Con la pandemia, estas organizaciones están conscientes de esto y saben que un continente como Latinoamérica y en especial Venezuela son especialmente críticos y vulnerables para los países pobres. El COVID-19 es una crisis nueva para muchos, inclusive para Estados Unidos y Europa los líderes en investigación y desarrollo en el planeta. 

La OMS está en las noticias todos los días. Después de un comienzo lento en su respuesta a la pandemia que declaró el 11 de marzo del año en curso, mucho después de haberse extendido por todas partes, se ha establecido como una fuente confiable de información, experiencia y suministros médicos, incluidos kits de prueba. Con el tema de los kits de prueba hay países que razonablemente tienen un número aceptable, pero otros y en gran cantidad no tienen, en el caso Venezuela carecemos aun de pruebas en gran cantidad y rapidez de descarte. Otro punto clave en este aspecto es la seriedad y confiabilidad de los mismos, recordemos que en días recientes surgió un escándalo en la compra por parte de España, uno de los países más afectados en el mundo por el COVID-19 de kits de descarte a China que resultaron no funcionar para esta misión. 

Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) está proporcionando alivio de la deuda a los países pobres y se está preparando para movilizar cerca de un billón de dólares en un plan inicial de rescate en préstamos para ayudar a sus miembros a combatir la pandemia, recordemos que incluso países con regímenes polémicos como Irán, muy golpeado por el coronavirus pero de dudosa transparencia en su información y estadísticas y Venezuela han tocado la puerta del muy “criticado fondo” pidiendo ayuda. En el caso de Venezuela primero se solicitaron cinco millardos de dólares y en la segunda ocasión un millardo de dólares, peticiones ambas que han sido rechazadas por el ente.

Por otro lado, las cadenas de suministro mundiales están golpeadas y están siendo remodeladas. Debe ser así para que sobrevivan y se adapten a la nueva realidad COVID-19 y post COVID-19. Muchos expertos y analistas aseguran que esta crisis de salud mundial está empezando y se encuentra en una primera fase pero que no debemos bajar la guardia porque vendrá próximamente una segunda ola. Este proceso ya había comenzado durante la guerra comercial entre Estados Unidos y China, ya que las empresas intentaron eludir los aranceles estadounidenses, pero ahora se acelerará. El énfasis se alejará de la optimización de la eficiencia, por ejemplo, a través de suministros de insumos justo a tiempo, a la optimización de la capacidad de recuperación, a través de una diversificación de las fuentes de suministro, inventarios y cierta reposición de la producción y en especial en productos claves para soportar esta pandemia como alimentos y medicinas.

Esta crisis hará que muchas caretas se caigan. En Latinoamérica y Venezuela las personas que se han dedicado a la politiquería solo recurrirán a las mentiras y desviarán la atención para que sus falsos liderazgos no desaparezcan. En nuestros países de Latinoamérica la función pública en los altos niveles siempre fue vista por muchos como un botín para hacer negocios personales, tráfico de influencias y por un tema de egos y vanidad, pero ahora es que sabremos quienes son los líderes y quienes los mentirosos. 

@rogeliogc4



miércoles, 1 de abril de 2020

Recesión Económica COVID-19 por Rogelio Guevara Cantillo El Pitazo (Marzo de 2020)




Recesión Económica COVID-19
Por Rogelio Guevara Cantillo
El Pitazo – Premios Ortega & Gasset y Gabo
Marzo de 2020


China estornudó y el mundo se enfermó. La pandemia de coronavirus del COVID-19 no solo enfermó a los humanos, también contagió a la economía global. Ya es habitual hoy en día leer en los medios de comunicación y redes sociales las palabras “recesión económica”. ¿Qué es una recesión económica? Es la caída de la actividad económica al menos por dos trimestres consecutivos que se ve reflejada en el descenso del producto interno bruto de un país. Esta recesión económica nos afectara a todos, recordemos que China y los Estados Unidos, uno es la “fábrica del mundo” y mayor exportador del planeta y el otro el país el de mayor consumo y muchos de esos bienes y servicios provienen del gigante asiático. Esta recesión económica está haciendo que más de un país y en particular de Latinoamérica toquen la puerta del Fondo Monetario Internacional (FMI) para defenderse del COVID-19.   


Bolsas de valores como el Dow Jones, Nasdaq, S&P 500 o FTSE 100 de Londres por citar solo algunas, cerraron el año pasado en valores de 28.538,44; 8.972,60; 3.230,78 y 7.542,40, al cierre del 20 de marzo de 2020 estaban cotizando en 19.173,98; 7.150,58; 2.304,92 y 5.190,80 respectivamente. Caídas que suman en promedio un 30% del valor de esos índices en cuestión de menos de 3 meses. 


El petróleo no escapa de esta adversidad. El mismo se cotiza alrededor de los $20 y con tendencia bajista. Ya muchos inversionistas dan por perdido el primer semestre de 2020 por la recesión COVID-19. Entre las principales industrias que se debilitan en las recesiones económicas están el turismo, entretenimiento, automotriz, agencias de viajes, aviación, deportes, moda, publicidad, tecnología, espectáculos entre otros. 


Al impacto económico de la pandemia se une el efecto de cierre completo del tráfico aéreo, que es la movilidad obviamente de personas y de bienes económicos. Con esta caída de la movilidad humana y logística y cadena de suministros, se caen muchos acuerdos y reuniones de negocios que perturban la economía global. El desempeño de las economías dependerá de la rapidez y eficacia en la contención y tratamiento del coronavirus, estamos en los días claves. En los actuales momentos pareciera que la situación se escapa de las manos de la administración Trump. La ciudad de Nueva York es la que presenta los mayores casos de multiplicación del COVID-19 en ese país. 


En días pasados el economista de talla mundial, Nouriel Roubini realizó unos análisis sobre la situación de la economía de los Estados Unidos y el COVID-19 y de los días por venir. En este sentido reflexionó que la mitad de los estadounidenses trabajan sin un contrato formal y no pueden calificar para beneficios de desempleo. Estados Unidos es una gran economía a tiempo parcial, de contratistas y freelancers.


Así mismo el añade que más de la mitad de los estadounidenses son trabajadores, parcialmente empleados, contratistas, independientes, por hora u obra determinada, informales y en especial indocumentados (sobre todo de Latinoamérica) y que un alto porcentaje de las empresas de los Estados unidos constan de al menos 10 trabajadores o menos. Muchos de ellos, un alto porcentaje de la población económicamente activa está en estos momentos en “cero ingresos” en las próximas semanas. Muchas de estas empresas que los contratan, carecen de fortaleza de liquidez, lo que ocasionara graves problemas y distorsiones en la economía para los próximos 2 a 3 meses futuros. Roubini prevé un repunte en las tasas de desempleo producto de la crisis económica que aceleró el COVID-19. 


Por su parte, Daniel Lacalle, destacado economista de España y autor de obras como: “La Gran Trampa”, “Nosotros Los Mercados” o “Viaje a la Libertad Económica” en sus ideas considera que: “El inversor prudente debe evitar caer en la trampa de los grandes estímulos y pensar que van a ser efectivos, por dos razones: porque llevamos más de una década de saturación de estímulos y porque el retorno disminuyente de las políticas de demanda es evidente, tanto que los mensajes, cuanto más grandilocuentes y efectistas, dan al inversor una imagen de debilidad, no de fortaleza, como hemos visto. Un shock vírico que probablemente lleve a un cambio estructural en el comercio, transporte y relaciones bilaterales de largo plazo, no se soluciona con políticas de demanda. No es un problema de avales y liquidez, y mucho menos de gasto corriente, sino de impacto global en las cadenas de suministro.”


Leyendo los análisis de Ian Bremmer, pensador de la geopolítica sobre la actual crisis opina: “Las instituciones mismas no están cada vez más alineadas con el orden geopolítico, por lo que no pueden responder de manera muy efectiva. Esta es la recesión geopolítica, un ciclo de quiebra en el orden geopolítico: las instituciones no están alineadas con el equilibrio geopolítico. Porque las alianzas y las relaciones entre países se centran cada vez más no en la coordinación, sino en lo que necesitan para sus propios intereses nacionales. Cada nación por sí misma. Y también, dentro de las democracias de todo el mundo, tanto las democracias industriales avanzadas como las democracias de los mercados emergentes, cada vez tienes más polarización política, culpas y una sensación de que el sistema y su establecimiento están manipulados contra el ciudadano promedio.”


Entre las recesiones económicas más relevantes de los últimos tiempos tenemos la gran depresión de los Estados Unidos de 1929, la crisis post segunda guerra mundial, la crisis del petróleo de los setentas, la crisis mexicana, la crisis rusa, la recesión asiática, la crisis de las hipotecas subprimes y ahora la pandemia de COVID-19 declarada por la Organización Mundial para la Salud. Recesiones económicas siempre habrá. La historia confirma que, a pesar de las barreras y adversidades, la humanidad persistentemente sale adelante.


La crisis del COVID-19 es una prueba de fuego donde separaremos a los líderes y estadistas de verdad, de los falsos líderes y los políticos oportunistas. Lecciones muy importantes para todos y creo que en especial para los latinoamericanos. 

@rogeliogc4  


La Reserva Federal y el COVID-19

por Rogelio Guevara Cantillo

Para El Pitazo - Premios Ortega & Gasset y Gabo. 

Marzo de 2020. 

Jerome Powell es el presidente de la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos desde febrero de 2018 y lidera el banco central más poderoso del mundo. Hoy, en el año 2020, tiene entre sus manos la responsabilidad, junto con otros líderes mundiales, de no sucumbir ante el COVID-19 para rescatar la economía del planeta. Atacado regularmente por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tendrá ahora que trabajar coordinadamente con el equipo de la Casa Blanca para recuperar a los mercados tras el ataque global de este repentino “virus chino”, como lo llama el irreverente y siempre políticamente incorrecto Trump. 
En días pasados, Trump volvió a calificar negativamente la actuación de la Reserva Federal (FED) que lidera Powell llamándola en “patética”, por su pasividad por no responder a tiempo. Powell declaró hace pocos días lo siguiente en alusión al COVID-19: “La actividad entre abril y junio será débil y la posibilidad de recesión este año dependerá de cuánto se tarde en contener la pandemia”.
Con el cierre de los países e inclusive zonas o territorios dentro de los mismos países, que detuvo la movilidad de personas por distintas vías, tanto terrestre, aérea y marítima, más el cerco a los bienes y servicios a nivel de logística y cadena de suministros, ya la recesión llegó para estar entre nosotros y el COVID-19 por algún tiempo. No solo entrará en recesión Estados Unidos, sino todo el planeta por culpa de China. En Asia y Europa las perspectivas para este primer semestre son negativas. Varias firmas de inversión en Wall Street como Bank of America, Goldman Sachs o J.P. Morgan ya declararon que entramos en caída. Las variaciones intradía del intercambio de divisas como el dólar estadounidense, euros, libras o yenes es impresionante y se espera mayor volatilidad.
De hecho, las bolsas de valores están reflejando con estas caídas dramáticas el sombrío panorama. Durante las primeras semanas del COVID-19, se hablaba de una pérdida de riqueza de las 500 empresas más grandes, según el índice Fortune, de cerca de 400 mil millones de dólares. Alejandro Werner, Director del Fondo Monetario Internacional para Latinoamérica, declaró: “La recuperación que esperábamos hace unos meses no se producirá y no se descarta un escenario de crecimiento negativo en 2020 para Latinoamérica y el Caribe”.
Ante este terrible panorama, la Reserva Federal (FED) ha acordado ampliar sus intercambios de divisas con otros bancos centrales del mundo por medio de instrumentos como bonos para fortalecer los pisos de liquidez global. Asimismo, Powell y su equipo en la Reserva Federal (FED) han autorizado la compra de bonos de entes municipales de los Estados Unidos para facilitar el crédito a las entidades financieras y empresas y evitar un aterrizaje calamitoso. El petróleo no escapó de esta perturbación y se cotiza, al momento de escribir estas líneas, en cerca de los $20 por barril aproximadamente tomando como referencia los marcadores West Texas y Brent.
Consulté al economista Alexander Guerrero, profesor de dilatada experiencia y asesor financiero, acerca de la situación actual en el mundo y me expresó lo siguiente: “La desactivación de la economía genera desempleo inmenso, contracción, pero también genera un problema de efectivo, de dinero; no están las personas recibiendo ingresos. Hay programas de emergencia en varios países económicos locales. Lo que se ha querido hacer, es llevar una red internacional que permita la liquidez del dólar con mayor velocidad, porque los dólares que faltan dentro de los Estados Unidos, también van a faltar afuera; los dólares que faltan son los dólares caídos de trabajadores que perdieron su empleo, al igual de los dólares que han perdido sus valores en acciones. Es decir, hay una severa contracción económica y monetaria. La liquidez monetaria ayuda en parte a que haya economías que puedan recuperarse con estos programas de emergencia con las personas que quedaron desempleadas”.
Por su parte, en otra consulta con el economista Gustavo Rojas Matute, radicado en Washington, opina: “La verdad es que hay mucha incertidumbre porque no se sabe hasta cuándo durará esto. Más allá de la inyección de liquidez, los distintos actores del mercado deberían coordinarse para hacer una especie de time-out económico de al menos 15 días que incluya postergar pagos de facturas e hipotecas, créditos, impuestos, etc. Es necesaria la coordinación para compartir los riesgos”.
Asimismo en llamada con Juan Carlos Apitz, analista de mercados con relación a la crisis global del nuevo coronavirus, razona lo siguiente: “Los mercados financieros se encuentran en un final de un ciclo de deuda de largo plazo. El COVID-19, como ‘cisne negro’, ha develado el nivel de vulnerabilidad de la economía. Con la deuda corporativa a niveles récord, ya nos encontrábamos en un clima muy difícil cuando llegó el virus. De hecho, Trump estaba patrocinando nuevos niveles de valoración cuando ya la producción podía empezar a ralentizarse. La FED, llegado el final del ciclo, ha gastado todos sus cartuchos. El único estímulo que queda es de carácter fiscal, porque las tasas negativas significarían un grave daño al sistema bancario. La única posibilidad de subir el gasto para estabilizar de nuevo la economía es poner dinero en las manos de los americanos. Ese estímulo es lo único que permitiría hacerle frente al shock de demanda que significó esta pandemia”.
El COVID-19 presentará grandes desafíos para la sociedad mundial y al parecer cada mes de este año 2020 dejará algo qué recordar.
@rogeliogc4