Fotografía: Cortesía Dr. Leoncio Lándaez.
“El Estado prefiere vernos haciendo largas
colas, restringiendo la cantidad y calidad de productos que obtengamos, con tal
de agradecerle a él y no a la empresa privada.”
#ENTREVISTA a Leoncio Lándaez, Secretario de
FEDECAMARAS Carabobo y Abogado Especialista en Derecho Laboral.
para
“Los Que Mueven El Mundo”
El tema laboral ha sido siempre muy importante para
cualquier economía. Las relaciones laborales patrono y trabajador forman parte
del desarrollo de la vida. A veces cooperación, a veces polémicas, una realidad
a la que no escapa ningún país del mundo, desde el país con mayor libertad
económica del mundo hasta el más comunista en su concepción del Estado. En
Venezuela y en Latinoamérica hay muchas interrogantes en materia laboral con
relación a este entorno social e histórico que se está sorteando debido a la
crisis pandémica del coronavirus, llamado por la comunidad científica COVID-19.
Quedarse en casa es la política de salud publica de muchos países a raíz del
despliegue del virus en el mundo. A nivel mundial ya son cerca de uno o dos
meses entre cuarentenas y toques de queda apróximadamente. En este contexto de
vida y por ende de las relaciones laborales, entreviste al destacado abogado
Leoncio Lándaez quien reside en la ciudad de Valencia en la región de Carabobo,
importante entidad de Venezuela y conocida por sus industrias y empresas.
Leoncio Lándaez es actualmente el Secretario de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de
Venezuela (FEDECAMARAS) en el Estado Carabobo.
Es Abogado egresado de la Universidad de Carabobo con diversos cursos de postgrado
en universidades nacionales y extranjeras. Es a su vez profesor agregado de la
Universidad de Carabobo en la Cátedra de Derecho del Trabajo. Es socio del Escritorio jurídico Lándaez, Uzcategui, Garcia y
Asociados en la ciudad de Valencia, Carabobo en Venezuela. Se desempeño como presidente de la Asociación de Ejecutivos del Estado
Carabobo durante el periodo 2017- 2019. Como escritor es autor de la obra “El
Pacto de Permanencia en la Empresa”, interesante libro que cuenta con el
prólogo de Jorge Roig, importante líder venezolano defensor del gremio
empresarial del país, gremio que contribuye con el progreso y defensa de
Venezuela en momentos muy adversos para la sociedad por el ataque permanente de
un régimen socialista y opresivo. He aquí sus ideas y opiniones.
LQMEM: ¿Por qué
le urge al régimen de Maduro en Venezuela convertirse en héroe o mesías en esta
crisis de salud con el tema de los bienes económicos?
LL: La Ley de Precios Acordados
de 2018, aun siendo igual de perniciosa para la economía, vino a flexibilizar
el desdén de la Ley de Precios Justos de 2015. Para ese momento se “fijó” el
precio de 29 productos. Posteriormente vino otra flexibilización “de facto”,
dado que no se aplicaba ninguna de las dos leyes y existía una suerte de libre
mercado, lo que permitió que hasta el jueves 23/04/2020 se consiguieran ciertos
productos y en cierta cantidad, sin colas, sin bachaqueros, sin restricciones.
Eso se debió, repito, al libre mercado que generó la flexibilización “de facto”
y el esfuerzo de la empresa privada de generar valor al país, siendo la heroína
de todo este cuento ella, la empresa privada, algo imperdonable para él, este
Estado que siempre pretende ser el paternalista sobreprotector.
LQMEM: Los controles de precios han fracaso en el
pasado en el régimen de Chávez y Maduro. ¿Por qué retomarlo en medio de una
crisis tan compleja como el COVID-19?
LL: Ampliando la
respuesta anterior, porque el Estado prefiere vernos haciendo largas colas,
restringiendo la cantidad y calidad de productos que obtengamos, con tal de
agradecerle a él y no a la empresa privada. Además, el Estado requiere surtir
sus cajas CLAPS a cuenta de la producción privada nacional a bajo costos,
inclusive sin costo, dado que ya no tiene caja para importar los productos. No
obstante, está “saliendo el tiro por la culata”, dado que la matriz de opinión
se ha revertido; el ciudadano ha entendido y agradecido el papel de la empresa
privada venezolana en esta crisis y la reconoce, al contrario, piensa del
Estado.
LQMEM: ¿Qué elementos negativos observa en la Ley
de Precios Acordados para asegurar que atentan contra la libertad económica?
LL: El precio justo o el
precio acordado debe ser resultado del mercado, de la oferta y la demanda, de
lo consensuado por el comprador y vendedor; no de una ley impuesta por el
Estado. Todo precio que fije el Estado u obligue el Estado a acordar con el
comprador, atenta contra las libertades de ese productor y del consumidor
final. El precio no puede ir determinado por una estructura de costo y
menos por la orden o fijación de acuerdo del Estado. ¿Cuál es el precio de una
botella de vino en un pueblo abstemio? ¿Cuál fue el precio del barril del
petróleo el lunes 20/04/2020? Más bien habría que pagarle al comprador para que
se lleve el producto, pues me estorba en mis anaqueles. Así es como se fija el
precio, entre comprador y vendedor, sin importar su estructura costo.
“No hay
desconfinamiento que valga, si no tenemos combustible para mover al país.”
Leoncio Lándaez
LQMEM: ¿Debe existir una Ley de Precios Justos?
¿Qué aspectos positivos le dejaría y/o mejoraría?
LL: No debería existir.
Deberían aplicar, porque sigue vigente, la Ley Pro Competencia. Una norma que
promueve y protege la libre y sana competencia, que sanciona los monopolios y
la cartelización de precios, todo redundando en el bienestar del consumidor y
usuario.
LQMEM: En una Venezuela con la inflación más alta
del planeta, de hecho, según la teoría económica en “hiperinflación”, ¿cuál es
su opinión sobre un máximo de ganancia de 30% para los oferentes de bienes y
servicios en el país?
LL: No debería existir un
máximo por ley. El máximo lo impondría el mercado si se promueve y protege la
sana competencia. Mientras más productos exista de una categoría, más bajo
sería el margen de ganancia del productor y más beneficiosos para el consumidor
o usuario, lo que redundaría en un control natural de la inflación.
LQMEM: La situación económica y social en las
regiones de Venezuela es grave. ¿Cuáles son los tres principales elementos
adversos en materia productiva en la entidad de Carabobo?
LL: Falta de materia prima,
especialmente en la industria metalmecánica, plástico y alimento (precisamente
materias primas en su mayoría dependientes del Estado).
Impuestos, por la alta
voracidad fiscal del Estado, especialmente en su última reforma tributaria.
Asimismo, los municipios no escapan, implementando tributos y multas
inconstitucionales.
Inamovilidad Laboral,
promoviendo la extorsión e impunidad en las relaciones de trabajo.
“Eso se debió, repito, al libre mercado que generó la flexibilización
“de facto” y el esfuerzo de la empresa privada de generar valor al país, siendo
la heroína de todo este cuento ella, la empresa privada.”
Leoncio Lándaez
LQMEM: ¿Cuál es su visión sobre el proceso de
desconfinamiento de la población venezolana tras la cuarentena COVID-19? ¿Cuál
cree sea la forma en que el régimen de Nicolaas Maduro desmonte este
desconfinamiento?
LL: No hay desconfinamiento
que valga, si no tenemos combustible para mover al país. No
obstante, de no existir vacuna, todo Estado debe compensar la decisión de un
desconfinamiento escalonado y programado por sectores productivos y rangos de
edad, asumiendo el impacto o efectos secundarios de contagio, versus la
hambruna que pueda producir una paralización completa de la economía por
mantener el confinamiento. Repito, ya no hay caja para importar, debemos
producir acá.
LQMEM: El sistema judicial en Venezuela está en
ruinas. ¿Como lo recuperaría usted para próximas generaciones de
venezolanos?
LL: Con jueces electos por
concurso público de credenciales y en especial, con Magistrados del TSJ electos
de manera vitalicia. Ello garantizaría independencia en sus decisiones y
“expectativa plausible”, es decir, que exista en el tiempo consecuencia en sus
criterios judiciales.
LQMEM: Háblenos de su obra “El Pacto de Permanencia
en la Empresa: Una Aproximación a la Estabilidad Laboral Invertida”.
LL: El Pacto de Permanencia en
la Empresa pretende determinar soluciones integrales para que todo empleador
tenga la facilidad de poder garantizar la inversión que en capacitación ha
tenido a bien proporcionar al trabajador y este último, poder recibir una
educación o capacitación eficaz, que no sólo le ayude a ejercer debidamente sus
labores, sino que le garantice un perfil laboral para continuar en la misma u
otra empresa, o inclusive para independizarse y para concluir, que estas
soluciones integrales liberen al Estado de cargas que en educación debería
proporcionarle a sus administrados, trasladando estas a manos de los
empleadores. Sería entonces, una propuesta (por qué no, legislativa), una invitación
a una relación tripartita de ganar-ganar-ganar, donde, en resumen, se
aumentaría ostensiblemente la producción patronal, la autoestima del trabajador
y los índices económicos de un país.
“No debería existir un máximo por ley. El máximo lo impondría el mercado
si se promueve y protege la sana competencia.”
Leoncio Lándaez
LQMEM: ¿Qué es la Estabilidad Laboral
Invertida?
LL: Se concibe la estabilidad
laboral como aquella que el empleador le otorga a su trabajador. En este caso,
el trabajador debe otorgarle estabilidad a su empleador, en virtud de la inversión
que en capacitación han consensuado. El incumplimiento de esta estabilidad por
parte del trabajador, derivaría en reembolsar lo invertido en capacitación,
bien sea por compensación de créditos patronales (prestaciones sociales u otros
pasivos laborales) o por derecho común (demanda civil por cobro de bolívares).
Valencia, Estado Carabobo, Venezuela.
Abril de 2020.
@rogeliogc4
losquemuevenelmundo.blogspot.com