“Para
Estados Unidos es un riesgo gigante abandonar a Venezuela o no
concentrar sus esfuerzos en el país. Mientras más tiempo pase todos
estos grupos criminales, estas organizaciones internacionales
peligrosas, se seguirán enquistando en Venezuela”
ENTREVISTA
CON ORLANDO AVENDAÑO, ESCRITOR Y PERIODISTA VENEZOLANO EN PANAM POST
WASHINGTON D.C. Y AUTOR DE
“DIAS
DE SUMISION. CÓMO EL SISTEMA DEMOCRÁTICO VENEZOLANO PERDIÓ LA
BATALLA CONTRA FIDEL”.
Con
Rogelio Guevara Cantillo
Foto y Portada del Libro: Cortesia de Orlando Avendaño.
Orlando
Avendaño es un comunicador social venezolano
graduado en la Universidad Católica Andres Bello de Caracas. Vive
entre Bogotá, Nueva York y Miami. Analista político de la realidad
venezolana y latinoamericana actual y fiel amante de la historia de
su país . Su reciente libro titulado: “Dias de Sumisión. Como el
sistema democrático venezolano perdió la batalla contra Fidel”,
es una obra que aborda como el dictador comunista Fidel Castro
capturó Venezuela y sumó los recursos de Venezuela como fuente de
poder y financiamiento para expandir su reino en Latinoamérica. El
libro explica al lector paso a paso como Venezuela sin darse cuenta
perdió su libertad y democracia con la complicidad de mujeres y
hombres que entregaron al dictador cubano al país en bandeja de
plata. Las consecuencias de esa traición se padecen tristemente en
el día a día de Venezuela, una sociedad secuestrada por una cúpula
autoritaria, narcotraficante y comunista en teoría y entregada
exclusivamente al saqueo de una nación. Conversé con él sobre los
últimos actos violatorios de DDHH de la dictadura venezolana contra
su ciudadania, las opciones para rescatar la democracia venezolana
con factores internos y externos, la ayuda de países aliados como
los Estados Unidos de América y en especial los esfuerzos de la
administración de Donald Trump por enderazar el retorno de la
libertad y civilidad a un país golpeado y abusado por años por los
hermanos Castro y sus lacayos en el territorio venezolano.
Pregunta:
¿Qué opinas de la doctrina Roldós propuesta por Lenin Moreno y
consideras que por esta vía se active alguna acción para deponer a
Nicolás Maduro?
Respuesta:
Es una de las alternativas, como muchas otras, para lograr el cambio
de sistema en Venezuela. Ya se han presentado varias. La Comisión de
Palermo, fuerza policial, entre otras. La más reciente, el TIAR,
Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. Sin embargo, todas
estas parecen lejanas, dados los obstáculos diplomáticos. Yo me
decanto más por el principio de Responsabilidad de Proteger (R2P),
que ha sido solicitado por el Tribunal Supremo de Justicia legítimo
y el secretario general de la OEA, Almagro.
Las
naciones, a espaldas de la ONU, deberían asumir el principio de R2P
como un deber ético y moral por la estabilidad de la región. Es
decir, por los ciudadanos de América. Este deber se alzaría sobre
una solicitud de los mismos venezolanos basada en precisamente, la
intervención de otros Estados como el cubano y el ruso.
P:
Aún no se ha dado el quiebre militar, pero apenas han transcurrido
cerca de 4 meses desde el inicio público del apoyo de los EEUU,
Europa y otros aliados a la democracia venezolana, ¿no es
apresurado decir que el quiebre militar jamás llegará?
R:
Es cierto, es apresurado, pero quizá no tan probable, insisto. De
hecho, hoy, después del 30 de abril, es más que claro. El quiebre
militar solo se puede dar a través de pactos que para la gran parte
de la población lucirían inaceptables.
P:
Ante la tozudez de Nicolás Maduro, ¿ves la acción militar
liderada por los EEUU en Venezuela altamente probable a finales del
año 2019?
R:
Estos últimos días, luego del 30 de abril, la retórica de Estados
Unidos se ha hostilizado drásticamente con respecto a Venezuela. Eso
los ha llevado a asomar propiamente, como nunca antes, la posibilidad
de una intervención militar en Venezuela. Sin embargo, ¿es
realmente probable? ¿Asoman esa posibilidad porque están
dispuestos? No creo. A estas alturas, pienso, sobre todo con el
levantamiento de sanciones a Cristopher Figuera, del SEBIN, que
Estados Unidos sigue apostando a pactar con los militares. Pero ahora
quiere hacerlo con una “offer they can’t refuse”, con un
revolver en la sien.
P:
Nicolás Maduro ha comunicado al mundo que no está solo y ha
alardeado de contar con apoyo militar de Cuba, Rusia, Irán e
inclusive se ha especulado el apoyo de grupos terroristas islámicos
o las FARC. ¿Qué opinas de esto?
R:
Dudo que realmente Maduro cuente con verdadero apoyo militar de otras
naciones. Cuba no tiene la capacidad. Es un país con una economía
deprimente y sin una fuerza militar de altura. Ellos sobresalen, en
todo caso, por un aparato de inteligencia altamente eficiente. Rusia
es una potencia menor, con una economía también decadente, y no
llega tampoco a potencia militar que se corresponda con Estados
Unidos. Tiene un arsenal nuclear, pero, por Dios, no entra al debate.
Irán o grupos terroristas islámicos, los veo muy distantes como
para entrar en un conflicto armado en Venezuela. La penetración de
Hezbollah existe, es clara, pero no es necesariamente militar sino
delincuencial.
Las
FARC y el ELN sí podrían ser un problema pero solo en un conflicto
asimétrico que pudiera ocurrir luego de lo que Juan Guaidó ha
denominado el cese de la usurpación.
P:
Maduro en el caso real de estar preparándose militarmente con estos
grupos que te mencione, los EEUU no esperaran sentados de brazos
cruzados contemplando como Maduro se organiza y prepara. ¿Crees tú
que esto aceleraría las acciones militares de EEUU antes que
termine 2019?
R:
Para Estados Unidos es un riesgo gigante abandonar a Venezuela o no
concentrar sus esfuerzos en el país. Mientras más tiempo pase todos
estos grupos criminales, estas organizaciones internacionales
peligrosas, se seguirán enquistando en Venezuela. Rusia profundizará
su influencia si nadie lo detiene. Igual Hezbollah, China, Irán,
etcétera.
Hoy
pareciera tarde que el conflicto es inminente. Pero mañana será
peor y pasado, mucho peor. Jugar al apaciguamento, por temor al
inminente conflicto, generará devastadoras consecuencias como en
toda otra experiencia en la que se ha preferido dilatar lo inminente
—que hoy es el conflicto—.
P:
Una cosa es apoyar a Nicolás Maduro con propaganda, amenazas,
disparos y unos cuantos asesinatos en marchas y concentraciones
ejecutadas por colectivos para mantener a la sociedad venezolana que
clama libertad y democracia con temor y otra muy distinta apoyar a
un Nicolás Maduro de una acción militar de EEUU y aliados por uno,
tres, seis meses o más de un año ¿En verdad crees que de darse un
conflicto por la negativa del dictador Maduro de abandonar
Miraflores, aún contando con el apoyo de los colectivos pueda
prologarse por varias semanas o meses?
R:
Primero, yo dudo que la interveción ocurra. No porque Estados Unidos
no esté dispuesto o la oposición venezolana vaya a impedirla, sino
porque el día en que tengamos un portaaviones en la Guaira, hasta
ese día llegó Maduro. Este no es un conflicto fundamentalista,
étnico, religioso. Aquí ningún individuo está dispuesto a
sacrificarse en los altares de la Revolución Bolivariana y mucho
menos contra la potencia más poderosa del mundo.
P:
¿Por qué el quiebre militar es una falsa ilusión que
comercializan ciertos opositores a la dictadura de Nicolás Maduro?
R:
El peligro no es la comercialización de la fantasía
del quiebre militar, sino el propósito de hacerlo con el fin de
apartar otras alternativas. Algunos pretenden aguantar a los
aliados, apostando a la inminencia de un alzamiento militar. El
problema es que así podemos estar semanas y meses esperando. Es
dejar la pelota en la cancha del enemigo y esperar que se hagan un
autogol. Más confianza deben generar los aliados que estos
militares, delincuentes, bandidos y violadores de derechos humanos;
sin embargo, se sigue insistiendo en que sean ellos quienes
resuelvan todo. Claro, esto tiene un sentido: evitar un conflicto.
P:
¿Llegamos a este punto histórico en Venezuela por ser sumisos?
¿Por qué permitimos esta sumisión tras casi 20 años de
socialismo?
R:
Es una vergüenza que arrastraremos por décadas. Claro, es
reduccionista adjudicar responsabilidades enteras. Fueron demasiados
actores los que colaboraron con la llegada de esta tragedia
humanitaria sin precedentes en la región. Fueron los países de
América, las ONG, las instancias internacionales, una oposición
cómplice o mediocre, una élite irresponsable. En fin, son muchos
los responsables. En parte también lo fue la sociedad; pero, en
parte, también la sociedad venezolana merece hoy su libertad como
ninguna otra. Ha resistido e insiste.
P:
Esa misma sumisión que nos tiene presos de los esbirros cubanos de
Raúl Castro, ¿es
la misma sumisión o pasividad que nos hace no actuar de forma
contundente de una vez por todas y esperar que EEUU, Canadá,
Europa, Colombia o Brasil vengan en nuestro rescate?
R:
Llegamos a un punto, luego de marchas masivas y asesinatos masivos,
en el que el venezolano cree que ya no tiene la capacidad de generar
un cambio político en el país. Son pocos los que no piensan en otra
cosa sino en su supervivencia. Y es lo natural. Es la obligación
moral de cada quién.
P:
¿Hay algún grupo político, social o económico venezolano que tu
consideres tiene mayor grado de responsabilidad por ser parte o
colaborar en esa “sumisión” que permitió lamentablemente caer
a Venezuela en los dominios de los hermanos Castro?
R:
Creo que jamás perdonaré las mezquindades de la supuesta oposición
venezolana, esa que claramente se erige sobre una dinámica de
cohabitación con el régimen.
P:
¿Qué palabras de recomendación
les darías a los venezolanos para recuperar su libertad?
R:
Hay que exigir. Ser implacable con el que diga que se puede esperar.
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