miércoles, 15 de mayo de 2019

“Para Estados Unidos es un riesgo gigante abandonar a Venezuela o no concentrar sus esfuerzos en el país. Mientras más tiempo pase todos estos grupos criminales, estas organizaciones internacionales peligrosas, se seguirán enquistando en Venezuela”



Para Estados Unidos es un riesgo gigante abandonar a Venezuela o no concentrar sus esfuerzos en el país. Mientras más tiempo pase todos estos grupos criminales, estas organizaciones internacionales peligrosas, se seguirán enquistando en Venezuela”

ENTREVISTA CON ORLANDO AVENDAÑO, ESCRITOR Y PERIODISTA VENEZOLANO EN PANAM POST WASHINGTON D.C. Y AUTOR DE
DIAS DE SUMISION. CÓMO EL SISTEMA DEMOCRÁTICO VENEZOLANO PERDIÓ LA BATALLA CONTRA FIDEL”.

Con Rogelio Guevara Cantillo


Foto y Portada del Libro: Cortesia de Orlando Avendaño.


Orlando Avendaño es un comunicador social venezolano graduado en la Universidad Católica Andres Bello de Caracas. Vive entre Bogotá, Nueva York y Miami. Analista político de la realidad venezolana y latinoamericana actual y fiel amante de la historia de su país . Su reciente libro titulado: “Dias de Sumisión. Como el sistema democrático venezolano perdió la batalla contra Fidel”, es una obra que aborda como el dictador comunista Fidel Castro capturó Venezuela y sumó los recursos de Venezuela como fuente de poder y financiamiento para expandir su reino en Latinoamérica. El libro explica al lector paso a paso como Venezuela sin darse cuenta perdió su libertad y democracia con la complicidad de mujeres y hombres que entregaron al dictador cubano al país en bandeja de plata. Las consecuencias de esa traición se padecen tristemente en el día a día de Venezuela, una sociedad secuestrada por una cúpula autoritaria, narcotraficante y comunista en teoría y entregada exclusivamente al saqueo de una nación. Conversé con él sobre los últimos actos violatorios de DDHH de la dictadura venezolana contra su ciudadania, las opciones para rescatar la democracia venezolana con factores internos y externos, la ayuda de países aliados como los Estados Unidos de América y en especial los esfuerzos de la administración de Donald Trump por enderazar el retorno de la libertad y civilidad a un país golpeado y abusado por años por los hermanos Castro y sus lacayos en el territorio venezolano.

Pregunta: ¿Qué opinas de la doctrina Roldós propuesta por Lenin Moreno y consideras que por esta vía se active alguna acción para deponer a Nicolás Maduro?

Respuesta: Es una de las alternativas, como muchas otras, para lograr el cambio de sistema en Venezuela. Ya se han presentado varias. La Comisión de Palermo, fuerza policial, entre otras. La más reciente, el TIAR, Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. Sin embargo, todas estas parecen lejanas, dados los obstáculos diplomáticos. Yo me decanto más por el principio de Responsabilidad de Proteger (R2P), que ha sido solicitado por el Tribunal Supremo de Justicia legítimo y el secretario general de la OEA, Almagro.

Las naciones, a espaldas de la ONU, deberían asumir el principio de R2P como un deber ético y moral por la estabilidad de la región. Es decir, por los ciudadanos de América. Este deber se alzaría sobre una solicitud de los mismos venezolanos basada en precisamente, la intervención de otros Estados como el cubano y el ruso.

P: Aún no se ha dado el quiebre militar, pero apenas han transcurrido cerca de 4 meses desde el inicio público del apoyo de los EEUU, Europa y otros aliados a la democracia venezolana, ¿no es apresurado decir que el quiebre militar jamás llegará?

R: Es cierto, es apresurado, pero quizá no tan probable, insisto. De hecho, hoy, después del 30 de abril, es más que claro. El quiebre militar solo se puede dar a través de pactos que para la gran parte de la población lucirían inaceptables.

P: Ante la tozudez de Nicolás Maduro, ¿ves la acción militar liderada por los EEUU en Venezuela altamente probable a finales del año 2019?

R: Estos últimos días, luego del 30 de abril, la retórica de Estados Unidos se ha hostilizado drásticamente con respecto a Venezuela. Eso los ha llevado a asomar propiamente, como nunca antes, la posibilidad de una intervención militar en Venezuela. Sin embargo, ¿es realmente probable? ¿Asoman esa posibilidad porque están dispuestos? No creo. A estas alturas, pienso, sobre todo con el levantamiento de sanciones a Cristopher Figuera, del SEBIN, que Estados Unidos sigue apostando a pactar con los militares. Pero ahora quiere hacerlo con una “offer they can’t refuse”, con un revolver en la sien.

P: Nicolás Maduro ha comunicado al mundo que no está solo y ha alardeado de contar con apoyo militar de Cuba, Rusia, Irán e inclusive se ha especulado el apoyo de grupos terroristas islámicos o las FARC. ¿Qué opinas de esto?

R: Dudo que realmente Maduro cuente con verdadero apoyo militar de otras naciones. Cuba no tiene la capacidad. Es un país con una economía deprimente y sin una fuerza militar de altura. Ellos sobresalen, en todo caso, por un aparato de inteligencia altamente eficiente. Rusia es una potencia menor, con una economía también decadente, y no llega tampoco a potencia militar que se corresponda con Estados Unidos. Tiene un arsenal nuclear, pero, por Dios, no entra al debate. Irán o grupos terroristas islámicos, los veo muy distantes como para entrar en un conflicto armado en Venezuela. La penetración de Hezbollah existe, es clara, pero no es necesariamente militar sino delincuencial.

Las FARC y el ELN sí podrían ser un problema pero solo en un conflicto asimétrico que pudiera ocurrir luego de lo que Juan Guaidó ha denominado el cese de la usurpación.

P: Maduro en el caso real de estar preparándose militarmente con estos grupos que te mencione, los EEUU no esperaran sentados de brazos cruzados contemplando como Maduro se organiza y prepara. ¿Crees tú que esto aceleraría las acciones militares de EEUU antes que termine 2019?

R: Para Estados Unidos es un riesgo gigante abandonar a Venezuela o no concentrar sus esfuerzos en el país. Mientras más tiempo pase todos estos grupos criminales, estas organizaciones internacionales peligrosas, se seguirán enquistando en Venezuela. Rusia profundizará su influencia si nadie lo detiene. Igual Hezbollah, China, Irán, etcétera.

Hoy pareciera tarde que el conflicto es inminente. Pero mañana será peor y pasado, mucho peor. Jugar al apaciguamento, por temor al inminente conflicto, generará devastadoras consecuencias como en toda otra experiencia en la que se ha preferido dilatar lo inminente —que hoy es el conflicto—.

P: Una cosa es apoyar a Nicolás Maduro con propaganda, amenazas, disparos y unos cuantos asesinatos en marchas y concentraciones ejecutadas por colectivos para mantener a la sociedad venezolana que clama libertad y democracia con temor y otra muy distinta apoyar a un Nicolás Maduro de una acción militar de EEUU y aliados por uno, tres, seis meses o más de un año ¿En verdad crees que de darse un conflicto por la negativa del dictador Maduro de abandonar Miraflores, aún contando con el apoyo de los colectivos pueda prologarse por varias semanas o meses?

R: Primero, yo dudo que la interveción ocurra. No porque Estados Unidos no esté dispuesto o la oposición venezolana vaya a impedirla, sino porque el día en que tengamos un portaaviones en la Guaira, hasta ese día llegó Maduro. Este no es un conflicto fundamentalista, étnico, religioso. Aquí ningún individuo está dispuesto a sacrificarse en los altares de la Revolución Bolivariana y mucho menos contra la potencia más poderosa del mundo.

P: ¿Por qué el quiebre militar es una falsa ilusión que comercializan ciertos opositores a la dictadura de Nicolás Maduro?

R: El peligro no es la comercialización de la fantasía del quiebre militar, sino el propósito de hacerlo con el fin de apartar otras alternativas. Algunos pretenden aguantar a los aliados, apostando a la inminencia de un alzamiento militar. El problema es que así podemos estar semanas y meses esperando. Es dejar la pelota en la cancha del enemigo y esperar que se hagan un autogol. Más confianza deben generar los aliados que estos militares, delincuentes, bandidos y violadores de derechos humanos; sin embargo, se sigue insistiendo en que sean ellos quienes resuelvan todo. Claro, esto tiene un sentido: evitar un conflicto.

P: ¿Llegamos a este punto histórico en Venezuela por ser sumisos? ¿Por qué permitimos esta sumisión tras casi 20 años de socialismo?

R: Es una vergüenza que arrastraremos por décadas. Claro, es reduccionista adjudicar responsabilidades enteras. Fueron demasiados actores los que colaboraron con la llegada de esta tragedia humanitaria sin precedentes en la región. Fueron los países de América, las ONG, las instancias internacionales, una oposición cómplice o mediocre, una élite irresponsable. En fin, son muchos los responsables. En parte también lo fue la sociedad; pero, en parte, también la sociedad venezolana merece hoy su libertad como ninguna otra. Ha resistido e insiste.

P: Esa misma sumisión que nos tiene presos de los esbirros cubanos de Raúl Castro, ¿es la misma sumisión o pasividad que nos hace no actuar de forma contundente de una vez por todas y esperar que EEUU, Canadá, Europa, Colombia o Brasil vengan en nuestro rescate?

R: Llegamos a un punto, luego de marchas masivas y asesinatos masivos, en el que el venezolano cree que ya no tiene la capacidad de generar un cambio político en el país. Son pocos los que no piensan en otra cosa sino en su supervivencia. Y es lo natural. Es la obligación moral de cada quién.

P: ¿Hay algún grupo político, social o económico venezolano que tu consideres tiene mayor grado de responsabilidad por ser parte o colaborar en esa “sumisión” que permitió lamentablemente caer a Venezuela en los dominios de los hermanos Castro?

R: Creo que jamás perdonaré las mezquindades de la supuesta oposición venezolana, esa que claramente se erige sobre una dinámica de cohabitación con el régimen.

P: ¿Qué palabras de recomendación les darías a los venezolanos para recuperar su libertad?

R: Hay que exigir. Ser implacable con el que diga que se puede esperar.


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